BIENVENIDOS

"Yo amo a los que me aman, y me hallan los que temprano me buscan" PROVERBIOS 8:17

Es tiempo de que seamos más intensos en nuestra devoción.
E.G.W. "Recibiréis Poder" 22 de Octubre

29 de abril de 2012

LOS MÉRITOS DE LA SANGRE DE JESÚS


En Jehová se gloriará mi alma; lo oirán los mansos, 
 y se alegrarán. (Salmos 34:2)

    El verdadero cristiano... comprende que se ha hecho para él un sacrificio infinito, y que su vida es de valor inestimable por los méritos de la sangre, intercesión y justicia de Jesús. Pero al paso que comprende el excelso privilegio de los hijos de Dios, su alma se llena de humildad. No hay jactancia de santidad en los labios de los caminan a la sombra de la cruz del Calvario. Sienten que fueron sus pecados los que causaron la agonía que quebrantó el corazón del hijo de Dios... Los que viven más cerca de Jesús, sienten más profundamente su propia indignidad y su sola esperanza está en los méritos de un Salvador crucificado y resucitado. Como Moisés, han tenido una visión de una pavorosa majestad de santidad, y ven tan solo su propia insuficiencia en contraste con la pureza y la exaltada belleza de Jesús.
    ¿No hay ocasión para la humildad? ¿No hay necesidad de que sintamos nuestra plena dependencia de Cristo cada día y cada hora?... Él tomó sobre sí nuestra naturaleza, y se hizo pecado por nosotros, para que podamos hallar remisión de "los pecados pasados" (Romanos 3:25), y por su divina gracia y fortaleza podamos cumplir los requerimientos de la ley. Quienquiera que tome la posición de que no significa nada si guardamos o no los mandamientos de Dios, no conoce a Cristo. Jesús dice: "He guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor" (Juan 15:10); y los que siguen a Jesús, harán como él ha hecho...
    

28 de abril de 2012

LUZ PARA EL HUMILDE


Encaminará a los humildes por el juicio, y enseñará 
 a los mansos su carrera. (Salmos 25:9)


   Cualquier cosa semejante al orgullo del conocimiento y la dependencia de un conocimiento científico, que colocáis entre vuestra alma y la palabra  de la Biblia, cerrará completamente la puerta de vuestro corazón a la dulce y humilde religión del manso y humilde Jesús...
    El corazón humilde es el que recibe la luz del cielo, que es más preciosa que la jactanciosa sabiduría del mundo.... El pecador arrepentido... se convierte en espiritual y discierne las cosas espirituales. La sabiduría de Dios ilumina su mente y contempla cosas maravillosas en la ley de Dios. Esta salvación que ofrece perdón al transgresor le presenta la justicia que soportará el celoso examen del Omnisciente; da la victoria sobre el poderoso enemigo de Dios y del hombre; proporciona vida eterna y gozo al que la recibe...
     Lo pleno de la salvación es lo que le da su grandeza. Nadie puede medirla o entenderla mediante la sabiduría mundana. Puede ser contemplada con el más profundo y concentrado estudio, pero la mente se pierde en la inalcanzable majestad de su Autor; pero el alma unida con Dios en la meditación de sus insondables riquezas, es expandida y se hace más capaz de comprender, en una mayor profundidad y altura, las glorias del plan de salvación... Sus facultades de comprender se desarrollan y fortalecen para cumplir los requisitos de Dios con habilidad y sabiduría aumentadas. La mente dedicada sin reserva a Dios, bajo la dirección del Espíritu divino, se desarrolla en forma general y armoniosa. El carácter débil y vacilante se transforma por el poder de Dios, convirtiéndose en fuerte y estable. La devoción continua y la piedad establecen una relación tan íntima entre Jesús y sus discípulos que el cristiano se hace semejante a Cristo en su mentalidad y su carácter.

26 de abril de 2012

LA GRACIA DE LA HUMILDAD


Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo:
 Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, 
para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar 
el corazón de los quebrantados (Isaías 57:15).

     La gracia de la humildad debiera ser fomentada por los que llevan el nombre de Cristo; pues la exaltación propia no puede hallar lugar en la obra de Dios. Los que quieran cooperar con el Señor de los ejércitos, diariamente deben crucificar el yo, colocando la ambición mundana en segundo término. Deben ser tolerantes y bondadosos, llenos de misericordia y ternura con los que nos rodean...
       La verdadera humildad es la evidencia de que contemplamos a Dios, y de que estamos unidos con Jesucristo. A menos que seamos mansos y humildes, no podemos pretender que tenemos el verdadero concepto del carácter de Dios. Los hombres pueden pensar que están sirviendo a Dios fielmente; su talento, sabiduría, elocuencia o celo pueden deslumbrar los ojos, halagar la fantasía y despertar la admiración de los que no pueden ver debajo de la superficie; pero a menos que esas cualidades sean humildemente consagradas a Dios...  son considerados por Dios como siervos inútiles.
      Dios ha estado esperando mucho tiempo que sus seguidores manifiestan verdadera humildad, para poder impartirles ricas bendiciones. Los que ofrecen el sacrificio de un espíritu quebrantado y contrito, serán preservados en la hendidura de la roca y contemplarán al Cordero de Dios que quita los pecados del mundo. Cuando Jesús, que lleva los pecados, el sacrificio absolutamente suficiente, sea visto más  claramente, sus labios exclamarán las mayores alabanzas. Mientras más vean del carácter de Cristo, más humildes se volverán y menos se estimarán a sí mismos. No se verá en su obra una necia presunción... El yo se pierde de vista al comprender su propia indignidad.   

25 de abril de 2012

EL DESCANSO QUE CRISTO OFRECE


Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré
descansar. (Mateo 11:28).

   Hay una condición para el descanso y la paz que aquí nos ofrece Cristo. Es estar unidos en yugo con él. Todos los que acepten esta condición, encontrarán que el yugo de Cristo los ayudará a llevar cada carga que sea necesario que lleven. Sin Cristo a nuestro lado para llevar la parte más pesada de la carga, ciertamente debemos decir que es pesada. Pero unidos en yugo con él para cumplir nuestro deber, todas las cargas de la vida serán llevadas fácilmente. Y en la misma proporción en que actúe el hombre en obediencia voluntaria a los requisitos de Dios, vendrá el descanso de su espíritu...
    La mansedumbre y la humildad caracterizarán a todos los que son obedientes a la ley de Dios, a todos los que llevan con sumisión el yugo de Cristo. Esas gracias proporcionarán los resultados  deseables de paz en el servicio de Dios....
     Dios sabe que si fuéramos dejados para seguir nuestras propias inclinaciones, para ir solo donde nos lleve nuestra voluntad, caeríamos en las trampas de satanás  y nos convertiríamos en poseedores de sus atributos. Por lo tanto, la ley de Dios nos restringe a la voluntad de Aquel que es alto, noble y elevador. Él desea que paciente y sabiamente asumamos los deberes del servicio...
    Dios presenta dos clases ante el mundo. Dice para los impíos: "No hay paz" (Isaías 48:22). Para los otros: "Mucha paz tienen los que aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo" (Salmos 119:165)....
   El Señor llama fácil a su yugo y liviana a su carga. Sin embargo, ese yugo no nos dará una vida de comodidad, libertad y complacencia egoístas. La vida de Cristo fue de abnegación y sacrificio propio a cada paso. Y sus verdaderos seguidores, con ternura y amor semejantes a Cristo y consecuentes, seguirán en las pisadas de su Maestro.

24 de abril de 2012

BAJO EL YUGO DE CRISTO


Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón;
 y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo
 es fácil, y ligera mi carga (Mateo 11:29,30)

   El tentador con frecuencia nos sugiere que la vida cristiana es una extorsión de deberes rigurosos; que es difícil estar continuamente en guardia, y que no hay necesidad de ser tan exigente. Así fue como engañó y venció a Eva en el Edén, diciéndole que las órdenes de Dios eran arbitrarias e injustas... El propósito de satanas es el mismo ahora y entonces. Desea engañarnos y arruinarnos. Debiéramos estudiar la vida de Cristo y procurar fomentar se espíritu y copiar su  ejemplo; y mientras más nos volvamos como él, más claramente discerniremos las tentaciones de satanas y con más éxito resistiremos su poder...
     La verdadera felicidad no se encuentra en la gratificación propia y en la complacencia propia, sino en aprender de Cristo, en tomar su yugo y llevar su carga. Los que confían en su propia sabiduría y siguen sus propios caminos, se van quejando a cada paso, porque la carga que el egoísmo les impone es muy pesada y su yugo muy irritante. Podrían cambiar todo eso si vinieran a Jesús, y por su gracia se despojaran del yugo que los ata a satanas... si tomaran la carga que Cristo les da y tomaran su yugo en su servicio voluntario y feliz. Jesús ama a los jóvenes, y anhela que posean esa paz que solo él puede impartir... Si nos hemos convertido en discípulos de Cristo, aprenderemos de Él, cada día aprenderemos cómo vencer algún rasgo de carácter detestable, cada día copiaremos su ejemplo y nos acercaremos un poco más al Modelo. Si alguna vez hemos de heredar esas mansiones que él ha ido a prepararnos, aquí debemos estar formando caracteres tales como los de los moradores de allí.
     Los requisitos de Dios son hechos con sabiduría y bondad. Al obedecerlos, la mente se expande, y mejora el carácter.

23 de abril de 2012

EL ENCANTO DE UN CARÁCTER CRISTIANO


En aquel día Jehová de los ejércitos será por corona de gloria y diadema de hermosura
 al remanente de su pueblo. (Isaías 28:5)

    Muchos parecen pensar solo en el adorno externo, y ponen de manifiesto que no están en cristo por el atavío con que se adornan.
    Hemos de cultivar el encanto del carácter cristiano, y hemos de buscar el adorno interno...
    La religión de Cristo nunca degrada al que recibe; ennoblece y eleva: Bajo ciertas condiciones, se nos asegura que podemos convertirnos en miembros de la familia real, hijos del Rey celestial.
    ¿No es esta exaltación algo digno de buscar? Mediante la fe en Cristo y la obediencia a los requisitos de su ley, se nos ofrece una vida que correrá paralela con la vida de Dios. Y en aquella vida inmortal no habrá pesares, ni suspiros, ni dolores, ni pecados ni muerte. ¡Ojalá tuviéramos más en cuenta al cielo, y viviéramos más cerca de él en nuestra vida y conversación!
    Pero a pesar de todas las ricas promesas de Dios, son muchos los que parecen completamente absorbidos por las cosas de la tierra. Están absortos por el pensamiento de lo que comerán, lo que beberán y con qué se vestirán. Dios no quiere que enfoquemos nuestra mente en las cosas del mundo. No hemos de buscar nuestra complacencia egoísta, sino que hemos de enfocar nuestra mente en Cristo. ¿Os estáis apartando de todo lo que os separa de Dios? Si estáis íntimamente relacionados con Dios, hablaréis de él, habrá abundancia de las cosas del cielo en vuestro corazón...
    El Señor está esperando hacer grandes cosas para sus hijos que confían en él. ¿Esperamos morar con Cristo en el mundo eterno? Entonces debemos morar con él aquí para que pueda ayudarnos cada vez que  se presenten pruebas y tentaciones y nos  prepare para su venida en las nubes del cielo... La belleza y la gracia de Cristo deben entretejerse en nuestro carácter.  No podemos mantener a Cristo tan apartado de nuestra vida como lo hacemos, y sin embargo ser idóneos para su compañerismo en el cielo.

22 de abril de 2012

HIJOS, NO SIERVOS


Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella 
 sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia. (Hebreos 12:28)

   Hay muchos que profesan ser seguidores de Cristo, y sin embargo no son hacedores de su Palabra. No saborean esa Palabra porque les indica servicio que no les es agradable. No les gustan los sanos e íntimos reproches, las fervientes exhortaciones. No aman la justicia, pero son dominados despóticamente por sus propios impulsos humanos caprichosos.
    Significa una enorme diferencia la forma en que servimos a Dios. El muchacho que estudia a regañadientes sus lecciones porque tiene que aprenderlas, nunca será un verdadero estudiante. El hombre que pretende guardar los mandamientos de Dios porque piensa que debe hacerlo nunca entrará en el gozo de la obediencia.
    La esencia y sabor de toda obediencia es la manifestación externa de un principio interno: el amor de la justicia, el amor de la ley de Dios. La esencia de toda justicia es lealtad a nuestro Redentor, hacer lo correcto porque es correcto. Cuando la palabra de Dios es una carga porque corta directamente a tráves de las inclinaciones humanas, entonces la vida religiosa no es una vida cristiana, sino un esfuerzo penoso y tirantez, una obediencia forzada. Se han puesto a un lado toda pureza y la piedad de la religión.
    Pero la adopción en la familia de Dios nos hace hijos y no esclavos. Cuando el amor de Cristo entra en el corazón, nos esforzamos por imitar el carácter de Cristo... Mientras más estudiamos la vida de Cristo dispuestos a obedecer, más semejantes a Cristo nos volvemos. El Espíritu Santo infunde claro entendimiento en el corazón de cada verdadero hacedor de la Palabra. Mientras más crucificamos las prácticas egoístas impartiendo nuestras bendiciones a otros ejerciendo nuestras facultades recibidas de Dios, más se fortalecerán las gracias celestiales y aumentarán en nosotros. Creceremos en espiritualidad, en paciencia, en fortaleza, en humildad, en delicadeza.

21 de abril de 2012

LA MEDIDA DEL CARÁCTER


El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso,
 no se envanece; no es indecoroso, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 
no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, 
todo lo espera, todo lo soporta. (1 Corintios 13:4-7).

   Por medio de su apóstol inspirado, Cristo nos ha presentado la medida del carácter que está imbuido del amor de Cristo. Hemos de llevar las huellas de Cristo, hemos de tener su semejanza. Se nos da este ejemplo para que podamos conocer las posibilidades, las alturas que podemos alcanzar en Cristo y mediante él. La norma que nos presenta es la perfección en él, y mediante sus méritos podemos alcanzarla. Fallamos porque estamos contentos de mirar las cosas terrenales antes que las celestiales. Contemplando a Cristo somos transformados de gloria en gloria. El ojo que mira las cosas comunes necesita ser elevado... 
     Nadie ha medido todavía la naturaleza de Dios o el carácter de su Hijo. Debemos tener un conocimiento de Dios para formar caracteres y adquirir hábitos para la vida superior. Las tentaciones vendrán sobre nosotros... Seremos sometidos a pesadas pruebas, oposición, privaciones, aflicciones; pero sabemos que Jesús pasó por todas ellas. Esas vicisitudes nos son valiosas; las ventajas de ningún modo se restringen a esta corta vida; llegan a los siglos eternos...
    Todas las escenas de esta vida en la que debemos efectuar una parte han de ser cuidadosamente estudiadas, pues son una parte de nuestra educación...
   La misericordia y la verdad se han unido en Cristo, y la justicia y la paz se han abrazado. Cuando contempláis el trono de Cristo, ofreciendo vuestro arrepentimiento y alabanza y agradecimiento a Dios, perfeccionáis el carácter cristiano y representáis a Cristo ante el mundo. Habitáis en Cristo, y Cristo habita en vosotros.

20 de abril de 2012

FE SIMPLE Y OBEDIENCIA CIEGA

Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre,
 o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, 
 y heredará la vida eterna. (Mateo 19:29).

   Muchos están firmemente convencidos de la verdad, pero su esposo o su esposa les impiden decidirse. El que está en comunión con los sufrimientos de Cristo, ¿cómo podrá rehusar obedecer su voluntad y hacer su obra?... Siguiendo la senda de la obediencia con fe sencilla, el carácter alcanza la perfección...
   Cristo nos ha prometido suficiente poder para alcanzar esta elevada norma. Dice: "Todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré. Si me amáis, guarda mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir" (Juan 14:13-17).
    Considerad esta declaración por un momento. ¿Por qué "no puede" recibir el mundo la verdad? "Porque no le ve, ni le conoce" (ver. 17). El mundo está confabulado contra la verdad porque no desea obedecerla. Yo, que percibo la verdad, ¿cerraré los ojos y el corazón a su poder salvador porque el mundo elige las tinieblas antes que la luz? ¿Me ataré con los manojos de zarzas porque mis vecinos rehúsan ser atados con el trigo? ¿Rehusaré la luz, la evidencia de la verdad que conduce a la obediencia, porque mis parientes y amigos eligen seguir las sendas de desobediencia que apartan de Dios? ¿Cerraré mi mente contra el conocimiento de la verdad porque mis vecinos y amigos no abren su entendimiento para discernir la verdad como es en Jesús? ¿Rehusaré creer en la gracia y conocimiento de mi Señor y Salvador Jesucristo porque mis vecinos consienten en permanecer como enanos?.....
     No podemos estimar en demasía el valor de la fe sencilla y la obediencia ciega.

19 de abril de 2012

UNA FE QUE PURIFICA LA VIDA


Más tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe,
 el amor, la paciencia, la mansedumbre. Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la
 vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena
 profesión delante de muchos testigos. (1 Timoteo 6:11,12).

   Muchos enseñan que lo único necesario para la salvación es creer en Jesús. Pero, ¿que dice la Palabra de verdad? "La fe sin obras está muerta".(Santiago 2:26). Hemos de pelear "la buena batalla de la fe", echar "mano de la vida eterna", tomar la cruz, negarnos a nosotros mismos, luchar contra la carne y seguir diariamente en las pisadas del Redentor....
   Es un error fatal pensar que no hay nada que debéis hacer para obtener la salvación. Habéis de cooperar con los seres celestiales...
   Hay una cruz que debe levantarse en el sendero, una muralla que escalar antes de que entréis en la ciudad eterna, una escalera que subir antes de llegar a la puerta de perlas; y cuando comprendáis vuestra incapacidad y debilidad y claméis pidiendo ayuda, desde los bastiones celestiales oiréis una voz que diga: Echa "mano... de mi fortaleza". (Isaías 27:5)
   El conflicto reñido entre Cristo y satanás se renueva en cada alma que abandona el negro estandarte del príncipe de las tinieblas para marchar bajo el estandarte teñido de sangre del Príncipe Emanuel. El maligno presentará las mas sutiles tentaciones para apartar de su fidelidad a los que debieran ser leales al Cielo...
   Cualquier proceder que debilite vuestras facultades físicas o mentales, os incapacita para el servicio de vuestro Creador. Hemos de amar a Dios de todo nuestro corazón y si nuestro ojo fuere sincero para su gloria, comeremos, beberemos y nos revestiremos de su divina voluntad. Todo aquel que comprenda lo que significa ser cristiano, se purificará a sí mismo de todo lo que debilite y manche. Todos sus hábitos se pondrán en armonía con los requisitos de la Palabra de verdad.

17 de abril de 2012

LA PROFESIÓN NO ES SUFICIENTE


No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la 
voluntad de mi Padre que está en los cielos. (Mateo 7:21).

   Una profesión de religión no tiene valor a menos que las buenas obras testifiquen de su sinceridad y realidad... Los que hacen mucho alarde y no llevan los frutos de la piedad, ponen de manifiesto que no habitan en la Vid verdadera, pues "por sus frutos los conoceréis". (Mateo 7:20). Son ramas muertas...
   Para muchos la conversión ha llegado a ser un asunto de perplejidad, debido a las confusas doctrinas que se enseñan en cuanto a lo que es religión. Venir a Cristo significa algo más que pertenecer a la iglesia. Hay muchos cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida del Cordero. Venir a Cristo no requiere un gran esfuerzo y agonía mentales. Es sencillamente aceptar los términos de la salvación que Dios presenta con claridad en su Palabra
   Dios desea el servicio voluntario de nuestro corazón. Nos ha dotado con la facultad de razonar, con talentos que nos capacitan y con medios e influencia que han de ejercerse para el bien de la humanidad para que podamos manifestar el espíritu de Cristo al mundo. A nuestro alcance se colocan preciosas oportunidades y privilegios, y si los descuidamos, robamos a otros, defraudamos a nuestra propia alma y deshonramos al Maestro. No desearemos afrontar esas oportunidades desatendidas y esos privilegios  descuidados en el día del juicio. Nuestros intereses eternos futuros dependen de nuestra diligencia presente en la realización del deber, en mejorar los talentos que Dios nos ha dado para la salvación de las almas...
   La verdadera religión lleva a cabo los principios de la ley de Dios: amor a Dios y al prójimo. Los que serán aceptados en el cielo, habrán entregado sus talentos a los cambistas para la gloria de Dios y para el bien de la humanidad. Se habrán convertido en colaboradores con Dios.

16 de abril de 2012

UN SALVADOR COMPLETAMENTE SUFICIENTE


Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra
porque yo soy Dios, y no hay más. (Isaías 45:22).

   Muchos se esfuerzan afanosamente caminando en la angosta senda de la santidad. Para muchos la paz y el descanso de esta bienaventurada senda no les parecen más cerca hoy que en los años pasados. Miran allá a la distancia, lo que está cerca; convierten en complicado lo que es muy sencillo. Él es "el camino, y la verdad y la vida" (Juan 14:6). El plan de la salvación ha sido claramente revelado en la palabra de Dios; pero la sabiduría del mundo ha sido demasiado buscada y demasiado poco la sabiduría de la justicia de Cristo. Y algunas almas que podrían haber descansado en el amor de Jesús, han quedado dudando de muchas cosas y turbadas por ellas...
Estamos heridos y contaminados por el pecado; ¿qué heremos para ser curados de su lepra?... En el desierto, cuando el Señor permitió que las serpientes venenosas hirieran a los rebeldes israelitas, se ordenó a Moisés que erigiera una serpiente de bronce, y se dispuso que todos los heridos la miraran y vivieran. Pero muchos no buscaron la ayuda del remedio establecido por el cielo...
Si comprendéis cuáles son vuestras necesidades, no dediquéis todas vuestras facultades a pensar en ellas y a lamentarlas, sino mirad y vivid. Jesús es nuestro único Salvador; y, sin embargo, millones que necesitan ser curados, rechazan la misericordia que les ofrece...Satanás os sugiere que sois desvalidos y no podéis bendeciros a vosotros mismos. Es verdad; sois desvalidos. Pero levantad a Jesús delante de él: "Tengo un Salvador en él confío, y nunca permitira que quede confundido. En su nombre triunfo. Es mi justicia y mi corona de regocijo"...
Quizá os parezca que sois pecadores perdidos; pero precisamente por eso necesitáis un Salvador. Si tenéis pecados que confesar, no perdáis tiempo. Estos momentos son de oro...
¡Precioso Salvador! Sus brazos están abiertos para recibiros y su gran corazón de amor espera para bendeciros. 

14 de abril de 2012

JUSTIFICADOS POR LA FE


Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo
; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes,
y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. (Romanos 5:1,2).

   Cuando Dios perdona al pecador, le perdona el castigo que merece y lo trata como si no hubiera pecado, lo recibe dentro del favor divino y lo justifica por los méritos de la justicia de Cristo. El pecador solo puede ser justificado mediante la fe en la expiación efectuada por el amado Hijo de Dios, que se convirtió en un sacrificio por los pecados del mundo culpable. Puede ser liberado de la culpabilidad del pecado, de la condenación de la ley, del castigo de la transgresión  solo por virtud de los sufrimientos, muerte y resurrección de Cristo. La fe es la única condición por la cual se puede obtener la justificación, y la fe implica no solo creer, sino confiar....
    Se representa al pecador como a una oveja perdida, y una oveja perdida nunca vuelve  al aprisco a menos  que sea buscada y llevada de vuelta al redil por el pastor. Nadie puede arrepentirse por sí mismo y hacerse digno de la bendición de la justificación. Continuamente el Señor Jesús procura impresionar la mente del pecador y atraerlo para que contemple al Cordero de Dios que  quita los pecados del mundo. No podemos dar un paso  hacia la vida espiritual a menos que Jesús atraiga y fortalezca el alma, y nos guíe para experimentar el arrepentimiento del cual nadie necesita arrepentirse....
    La fe que es para salvación no es una fe casual, no es el mero consentimiento del intelecto; es la creencia arraigada en el corazón que acepta a Cristo como a un Salvador personal, segura de que Él puede salvar perpetuamente a todos los que acuden a Dios mediante Él. Creer que Él salvará a otros  pero que no te salvará a ti, no es fe genuina.Sin embargo, cuando el alma se aferra a Cristo como de la única esperanza de la salvación, entonces se manifiesta la fe genuina. Esa fe induce a su poseedor a colocar todos los afectos del alma en Cristo.

13 de abril de 2012

CRISTO, NUESTRA PAZ Y JUSTICIA

A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel
arrepentimiento y perdón de pecados. (Hechos 5:31).

   Aquel que tiene el manto inmaculado de justicia, tejido en el telar del cielo, en el cual no hay una hebra que pueda reclamar la humanidad pecaminosa, está a la diestra de Dios para revestir a sus hijos creyentes con el perfecto manto de su justicia. Los que estén salvados en el reino de Dios, no tendrán en sí mismos nada de qué jactarse; la alabanza y la gloria se dirigirán a Dios, el Dador de la salvación....
    La obra del pecador no es hacer paz con Dios, sino aceptar a Cristo como a su paz y justicia. Así el hombre se convierte en uno con Cristo y con Dios. No hay otra forma en la cual el corazón pueda ser santificado, a no ser por la fe en Cristo. Sin embargo, algunos piensan que el arrepentimiento es una especie de preparación que los hombres deben originar por sí mismos a fin de que Cristo sea mediador en favor de ellos. Es cierto que debe haber arrepentimiento antes de que haya perdón; pero el pecador debe ir a Cristo antes de que pueda haber arrepentimiento. La virtud de Cristo es la que fortalece y da luz al alma, de modo que el arrepentimiento pueda ser pío y aceptable.... El arrepentimiento es tan ciertamente un don de Jesucristo como lo es el perdón de los pecados. No se puede experimentar el arrepentimiento sin Cristo; pues el arrepentimiento del cual Él es el Autor es la base sobre la cual podemos pedir nuestro perdón. Mediante la obra del Espíritu Santo, los hombres son inducidos al arrepentimiento así como el perdón de los pecados se consiguen solo mediante la sangre expiatoria de Cristo. Aquellos a quienes Dios perdona, primero hace que se arrepientan.

12 de abril de 2012

UN CAMBIO DE VESTIMENTA


En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió
con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio
me atavió, y como a novia adornada con sus joyas.(Isaías 61:10).

   "Me mostró el sumo sacerdote Josué" - un representante del pueblo que guarda los mandamientos de Dios-"el cual estaba delante del ángel de Jehová, y satanás estaba a su mano derecha para acusarle" (Zacarías 3:1).
   Cristo es nuestro Sumo Sacerdote. Satanás esta delante de Él día y noche como acusador de los hermanos. Con su hábil poder presenta cada rasgo objetable de carácter como razón suficiente para que se le retire el poder protector de Cristo, permitiendo así que satanás desanime y destruya a aquellos a quienes ha hecho pecar. Pero Cristo ha hecho expiación por cada pecador. ¿Podemos oír por fe a nuestro Abogado que dice: "Jehová te reprenda, oh satanás... ¿no es éste un tizón arrebatado del incendio?" (vers. 2).
   "Y Josué estaba vestido de vestiduras viles" (vers. 3). Así aparecen ante el enemigo aquellos a quienes ha apartado de Dios mediante sus magistrales facultades de engaño, A los que han sido vencidos por sus tentaciones el enemigo los viste con vestimentas de pecado y vergüenza, y entonces declara que no es justo que Cristo sea su Luz, su Defensor...Pobres, arrepentidos mortales, oíd las palabras de Jesús: ... Borraré tus transgresiones. Cubriré tus pecados...
   Las vestimentas viles son quitadas, pues Cristo dice: "He quitado de ti tu pecado" (vers. 4). La iniquidad es transferida al inocente, al puro, al santo Hijo de Dios; y el hombre inmerecedor está del Señor limpio de toda injusticia y vestido con la justicia imputada de Cristo. ¡Oh!, qué cambio de vestimentas es ése!
   Quita todo pecado y nos pone su manto de justicia tejido en el telar del cielo... Somos  adoptados en la familia celestial y heredaremos las mansiones preparadas para los que son obedientes.

11 de abril de 2012

PARTICIPANTES CON CRISTO

Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan,
vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual
yo daré por la vida del mundo. (Juan 6:51).


   El pan no nos puede beneficiar a menos que lo comamos, a menos que se convierta en parte de nuestro ser. Un conocimiento de Cristo no servirá de nada a menos que lleguemos a ser como Él en carácter, a la misma semejanza y representando su espíritu al mundo. Cristo no tiene valor para nosotros a menos que sea formado dentro de nosotros: la esperanza de gloria. Si no lo conocemos como a nuestro Salvador personal, no nos hará bien un conocimiento teórico. El agua no apagará nuestra sed, a menos que la bebamos. El pan no satisfará nuestra hambre, a menos que lo comamos.
   Si nos alimentamos espiritualmente de Cristo, somos participantes de su naturaleza, estamos comiendo de su carne y bebiendo de su sangre.
   Cuando Cristo pronunció estas palabras, muchos de sus discípulos quedaron en duda en cuanto a su significado, y Él explicó sus palabras diciendo: "El espíritu es el que da vida; la carne nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida" (Juan 6:63)
   Si consideráis a Cristo como a un tesoro valioso, si encontráis en Él vuestra mayor satisfacción, si es valorado y apreciado por encima de todo lo demás, si consideráis todo pérdida para poder ganarlo, estáis comiendo su carne y bebiendo su sangre y estáis conformándoos a su imagen. Los que tienen hambre y sed de justicia serán hartos. La invitación es: "A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura..." (Isaías 55:1,2).

10 de abril de 2012

PAN PARA EL HAMBRIENTO

Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida, el que a mí viene, nunca tendrá hambre;
 y el que en mí cree, no tendrá ser jamás. (Juan 6:35).

   Muchos sufren de hambre y no tienen fuerza porque, en vez de comer del Pan que descendió del cielo, llenan su mente con cosas de menor importancia. Pero el pecador participa del Pan de vida, se convertirá en un alma viviente regenerada y restaurada.
   El Pan que descendió del cielo infundirá nueva vida a sus debilitadas energías. El Espíritu Santo tomará de las cosas de Dios y se las mostrará; y si las recibe, su carácter se limpiará de todo egoísmo, se refinará y purificará para el cielo.
   Cristo dice a los descuidados, indiferentes, a los que están al borde del precipicio de la ruina: Abrid la puerta de vuestro corazón; dadme entrada, y os haré hijos de Dios. Transformaré vuestra débil y pecaminosa naturaleza a la imagen divina, dándole belleza y perfección.
   No solo cristo nos da el Pan de vida, sino que el Agua de vida que nos da es como un manantial de agua que surge para vida eterna. Es vivificante y su eficacia es purificadora, pues procede del trono de Dios.
   Los que permitan que Dios obre  en ellos, crecerán hasta la estatura plena de hombres y mujeres en Cristo Jesús. Cada facultad de su mente y cuerpo se usará en el servicio de Dios...Él tiene maravillosas bendiciones que dar a los que lo reciban. Es poderoso en fortaleza y admirable en consejo. Por la ministración del Espíritu Santo, habla para imprimir su imagen en nuestro carácter. Si nos alimentamos de Él, nos convertiremos en nuevas criaturas en Cristo Jesús. Las virtudes de un verdadero carácter cristiano, las excelencias que se revelan en el carácter de Cristo, se verán en la vida nacida del Espíritu. El hombre, con su naturaleza humana, se volverá  participante de la Divinidad. El poder de Cristo santificará cada parte del ser, difundiendo vida, actividad y salud a todo ser y produciendo eficiencia espiritual.

9 de abril de 2012

AGUA PARA EL SEDIENTO

En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz diciendo:
Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. (Juan 7:37).

Una vez al año, durante la fiesta de las cabañas, recordaban los hijos de Israel cuando sus padres moraron en tiendas en el desierto, mientras viajaban de Egipto a la tierra de Canaán. Los servicios del último día de la fiesta eran de una solemnidad peculiar; pero el mayor interés se centralizaba en la ceremonia que conmemoraba cuando surgió agua de la roca. Había gran regocijo cuando en un vaso de oro, las aguas de Siloé eran traídas al templo por los sacerdotes, y después de haber sido mezcladas con vino eran rociadas sobre el sacrificio en el altar... En esa ocasión, por encima de toda la confusión de la multitud y los sonidos de regocijo, se oyó una voz: "Si alguno tiene sed, venga a mí y beba".
   Quedo en suspenso la atención de todos. Externamente todo era gozo; pero los ojos de Jesús, contemplando el trono con la más tierna compasión, vieron el alma reseca y sedienta por el agua de vida...
   La benévola invitación: "Venga a mí y beba", llega hasta nuestro tiempo a través de todos los siglos. Y podemos estar en una posición similar a la de los judíos de los días de Jesús; regocijándonos porque se nos ha abierto la fuente de la verdad, al paso que no se nos permite refrescar nuestras almas sedientas con sus aguas vivas. Debemos beber...
   Así como los hijos de Israel celebraban la liberación que Dios efectuó para sus padres, y la forma milagrosa        en que los preservó durante su viaje de Egipto a la tierra prometida, así el pueblo de Dios debiera en la actualidad recordar con gratitud las diversas formas en que Él los ha sacado del mundo, de las tinieblas del error, a la preciosa luz de la verdad... Con gratitud, debiéramos considerar las sendas antiguas y refrigerar nuestra alma con el recuerdo de la bondad amante de nuestro generoso Benefactor.

7 de abril de 2012

UNA FAMILIA EN CRISTO


Por  esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo,
de quien toma nombre toda la familia en los cielos y en la tierra.(Efecios 3:14,15).

Por fe en Cristo nos convertimos en miembros de la familia real, herederos de Dios y coherederos con Cristo. En Cristo somos uno. Al llegar a la vista del calvario, y al ver al Sufriente Real, que en la naturaleza humana llevó a la maldición de la ley en lugar del hombre, son raídas todas distinciones  nacionales, todas las diferencias sectarias;  se pierden todo honor de rango, todo orgullo de casta.
   La luz que brilla desde el trono de Dios sobre la cruz del calvario da fin para siempre a las separaciones hechas por los hombres entre clase y raza. Los hombres de todas las clases se convierten en miembros de una familia, hijos del Rey celestial, no mediante un poder terrenal, sino por medio del amor de Dios que dio a Jesús una vida de pobreza, aflicción y humillación, permitió que muriera en la vergüenza y la agonía, para que pudiera traer muchos hijos e hijas a la gloria.
   No es la posición, no es la sabiduría finita, no son las cualidades, no son los dones de una persona los que hacen sobresalir en la estima de Dios, el intelecto, la razón, los talentos de los hombres son los dones de Dios que han de ser empleados para su gloria, para la estructuración de su reino eterno. El carácter moral y espiritual es lo que vale a la vista del cielo, y lo que sobrevivirá a la tumba y será hecho glorioso con inmortalidad por las edades sin fin de la eternidad...
   Todos los que sean hallados dignos de ser contados como miembros de la familia de Dios en el cielo, se reconocerán mutuamente como hijos e hijas de Dios... Saben que deben lavar sus mantos de carácter en la sangre de Cristo para ser aceptados por el Padre en su nombre, si han de estar en la brillante asamblea de los santos, revestidos con los mismos mantos blancos de justicia.

6 de abril de 2012

A DIOS POR INTERMEDIO DE CRISTO


Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta
a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra
de la reconciliación. (2 Corintios 5:19)

A través de todas las páginas de la historia sagrada, a donde está registrada la relación de Dios con su pueblo escogido, hay huellas vivas del gran YO SOY... En todas estas revelaciones de la presencia divina, la gloria de Dios se manifestó por medio de Cristo. No solo cuando vino el Salvador, sino a través de todos los siglos después de la caída del hombre y de la promesa de la redención, "Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo a sí" (2 Corintios 5:17).
   Cristo era el fundamento y el centro del sistema de sacrificios, tanto en la era patriarcal como la judía. Desde que pecaron nuestros primeros padres, no ha habido comunicación directa entre Dios y el hombre. El Padre puso al mundo en manos de Cristo para que por su obra mediadora redimiera al hombre y vindicara la humanidad y santidad de  la ley divina. Toda comunicación entre el cielo y la raza caída se ha hecho por medio de Cristo. Fue el hijo de Dios quien dio a nuestros primeros padres la promesa de la redención.
   Fue él quien se revelo a los patriarcas. Adán, Noé, Abrahán, Isaac, Jacob y Moisés comprendieron el evangelio. Buscaron la salvación por medio del sustituto y garante del ser humano...
   El solemne servicio del santuario representaba las grandes verdades que habían de ser reveladas a través de las siguientes generaciones. La nube de incienso que ascendía con las oraciones de Israel representaba su justicia, que es lo único que puede hacer aceptable ante Dios la oración del pecador; la victima sangrante en el altar del sacrificio daba testimonio del Redentor que había de venir; y el lugar santísimo irradiaba la señal visible de la presencia divina. Así, a través de los siglos y siglos de tinieblas y apostasía la fe se mantuvo viva en los corazones humanos. (Patriarcas y Profetas, paginas 381-383).

5 de abril de 2012

UN PLAN PARA TODOS LOS TIEMPOS


Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos,
de igual modo que ellos. (Hechos 15:11)

   La verdad de Dios es la misma en todos los siglos, aunque presentada en forma diferente, de acuerdo con las necesidades de su pueblo en los diversos períodos. En la dispensación del Antiguo Testamento, toda obra importante estaba íntimamente relacionada con el santuario. El gran YO SOY moraba en el lugar santísimo...
   Allí, sobre el propiciatorio, velado por las sombras de las alas de los querubines, moraba la shekinha de su gloria, la muestra perpetua de su presencia; mientras que el pectoral del sumo sacerdote, engarzado con piedras preciosas, desde el recinto sagrado del santuario hacía conocer el solemne mensaje de Jehová al pueblo...
   Los sacrificios simbólicos y las ofrendas de esa dispensación representaban a Cristo que había de convertirse en la perfecta ofrenda para el pecador. Además de esos símbolos místicos y sombras simbólicas que señalaban al Salvador venidero, había un Salvador presente para los israelitas. Él era quien revestido de una columna de nube de día y una columna de fuego por la noche, los guió en sus viajes; y él fue el que dirigió palabras a Moisés que debían ser repetidas al pueblo... El que era  igual con el Padre en la creación del hombre, fue el comandante y el Dador de la ley, y guió a su pueblo de la antigüedad.
   Muchos consideran a los días de Israel como un tiempo de oscuridad, cuando los hombres estaban sin Cristo, sin arrepentimiento y sin fe. Muchos sostienen la doctrina errónea de que la religión de los hijos de Israel consistía en formas y ceremonias en las cuales no tenía parte la fe en Cristo. Pero los de esa era se salvaban por Cristo tan ciertamente como salvados los de hoy por él... Loa sacrificios y símbolos eran una sombra de Cristo y habían de durar hasta que viniera la realidad.

4 de abril de 2012

UNIDOS EN UNA HERMANDAD COMÚN

Sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia.
(Hechos 10:35).

Jesús enseño que la religión de la Biblia no consiste en una exclusividad egoísta, en el contentamiento personal, sino en practicar obras de amor, en proporcionar el mayor bien posible a otros, en la genuina bondad... Aunque era el Creador de todos los mundos, sin embargo testificó de sí mismo mientras estuvo en la tierra que "las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene donde recostar su cabeza" (Mateo 8:20)
   Jesús era la majestad del cielo, el Rey de la gloria, y sin embargo en su vida humana fue paciente, bondadoso, cortés, benévolo, lleno de amor por los niñitos y lleno de piedad y compasión por los tentados, los probados, los oprimidos...
   Vino a la tierra a cumplir una misión muy bondadosa, y sin embargo no tuvo hogar y con frecuencia sufrió hambre y sed. Los de su nación lo persiguieron con astucia y artimañas, con celos y odio...
   Murió la muerte más vergonzosa y efectuó un sacrificio pleno y completo, a fin de que pereciera uno, pero todos pudieran arrepentirse. Hizo expiación por cada alma arrepentida y creyente, a fin de que todos pudieran encontrar en el quien llevara los pecados. 
   Si los que creen en el tan solo practicaran sus palabras, que son espíritu y son vida; si siguieran su ejemplo y se convirtieran en preciosa luz para el mundo, harían para el mundo lo que no puede lograr ninguna filosofía humana. Las lecciones de Cristo establecen un fundamento para una religión en la que no hay castas: donde judíos y gentiles, libres y siervos están unidos en una hermandad común, iguales delante de Dios porque son todos ramas de la Vid viviente. Creen en Cristo como su Salvador personal.

3 de abril de 2012

IGUALDAD DE LOS CREYENTES EN CRISTO

Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido
bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre;
no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.(Gálatas 3:26-28).

El secreto de la unidad se halla en la igualdad de los creyentes en Cristo. La razón de toda división, discordia y diferencia se encuentra en la separación de Cristo... Dios no hace acepción de personas.
   Jesús conocía la vanidad de la pompa  humana y no prestó atención a su despliegue. En su dignidad de alma, su elevación de carácter, su nobleza de principio, estuvo muy por encima de las vanas modas del mundo... Los mejores círculos de la sociedad humana lo hubieran cortejado, si hubiera consentido en aceptar sus favores, pero no deseó el aplauso de los hombres... La riqueza, la posición, el rango mundanal en todas sus variedades y distinciones de la grandeza humana, no significaban sino otros tantos grados de pequeñez para Aquel que había dejado, el honor y la gloria del cielo y que no poseía esplendor terrenal, no se complacía en el lujo, y no exhibía adornos, sino humildad.
   Los humildes, los que estaban oprimidos por la pobreza y los cuidados, abrumados de trabajo penoso, no podían encontrar en la vida y ejemplo de Cristo lo que los indujera a pensar que Jesús no estaba familiarizado con sus pruebas, que no conocía la presión de sus circunstancias y que no podía simpatizar con ellos  en su necesidad y dolor. La modestia de su humilde vida diaria estaba en armonía con su humilde nacimiento y sus circunstancias. El Hijo del Dios infinito, el Señor de la vida y de la gloria, descendió humildemente hasta la vida del más humilde para que nadie se sintiera excluido de su presencia.
   Se colocó al alcance de todos. No eligió a unos pocos favoritos para asociarse con ellos e ignorara a todos los otros. 

2 de abril de 2012

LAS BENDICIONES UNIVERSALES DE CRISTO

Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, 
venía a este mundo. (Juan 1:9).

La gracia de Cristo no se limita a unos pocos. El mensaje de misericordia y perdón traído del cielo por Cristo había de ser oído por todos. Nuestro Salvador dice: "Yo soy la luz del mundo" (Juan 8:12). Sus bendiciones son universales y llegan a todas las naciones, tribus, lenguas y pueblos. Cristo vino para derribar toda muralla de separación...
   Mediante diversos conductos los mensajeros celestiales están en activa comunicación con las diversas partes del mundo; y cuando el hombre clama al Señor de verdad y con fervor, Dios se muestra como quien se inclina desde su trono en las alturas. Escucha todo clamor y responde: "Heme aquí". Levanta al afligido y oprimido. Confiere sus bendiciones sobre buenos y malos.
   En cada precepto que enseñó Cristo, estaba exponiendo su propia vida. La santa ley de Dios fue magnificada en este representante viviente. Era el Revelador de la mente infinita. No presentó sentimientos u opiniones vacilantes, sino verdaderas, puras y santas.
   Conocer a Dios es el conocimiento más admirable que pueda alcanzar el hombre. Hay mucha sabiduría en los mundanos; pero con toda sabiduría, no contemplan la belleza y majestad, la justicia y sabiduría, la bondad y santidad del Creador de todos los mundos. El Señor camina  entre los hombres mediante sus providencias, pero sus pasos majestuosos no se oyen, su presencia no se discierne, su mano no se reconoce. La obra de los discípulos de Cristo es brillar como luces, manifestando al mundo el carácter de Dios. Han de captar los crecientes rayos de luz de la Palabra de  Dios y reflejarlos a los hombres entenebrecidos en la oscuridad de la incomprensión de Dios. Los siervos de Cristo deben representar debidamente el carácter de Dios y de Cristo a los hombres.