BIENVENIDOS

"Yo amo a los que me aman, y me hallan los que temprano me buscan" PROVERBIOS 8:17

Es tiempo de que seamos más intensos en nuestra devoción.
E.G.W. "Recibiréis Poder" 22 de Octubre

24 de febrero de 2013

COMO PODEMOS LIBRARNOS DE LA CULPA?


Deje el impío su camino, y el hombre inicuo su pensamiento, y vuélvase a Jehová,
el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual
será amplio en perdonar.
Isaías 55:7

Mi querida hermana: Tengo evidencias de que Dios la ama, y que ese precioso Salvador que se dio a sí mismo para que usted pudiera salvarse no la rechaza porque ha sido tentada y ha sido vencida en su debilidad. No permita que su preocupación la separe de los brazos del amante Jesús; por el contrario, entréguese a él con confianza y fe. La ama, la cuida, la bendice y le dará su paz y su gracia. Le está diciendo, "Tus pecados te son perdonados" (Lucas 5: 23). Le aseguro que Jesús nos ama aunque erremos y caigamos en la trampa del pecado. Nos perdona hasta lo sumo. Reciba en su alma la dulce promesa de Dios. . .

Aparte su vista de su desdicha y diríjala a la perfección de Cristo. No podemos crear nuestra propia justicia. Cristo tiene en sus manos los puros mantos de la justicia, y nos cubrirá con ellos. Pronunciará dulces palabras de perdón, llenas de sus promesas. Y presenta a las almas sedientas las fuentes de aguas vivas, en las cuales nos podemos refrescar. Nos pide que acudamos a él con todas nuestras cargas, todos nuestros pesares, y hallaremos descanso. Por eso debemos creer. . . que nos perdona, y debemos mostrar nuestra fe al descansar en su amor. . .

El sentimiento de culpa debe ser depositado a los pies de la cruz del Calvario. La sensación de nuestra pecaminosidad ha contaminado las fuentes de la vida y de la verdadera felicidad. Pero Jesús dice: "Depositadlo todo en mí; yo tomaré vuestro pecado y os daré paz. No destruyáis por más tiempo vuestra propia dignidad porque os he comprado con el precio de mi propia sangre. Sois míos; fortaleceré vuestras voluntades debilitadas; disiparé vuestro remordimiento". Entonces vuelva su corazón agradecido, que tiembla de incertidumbre, y aférrese de la esperanza que se le propone. Dios acepta su quebrado y contrito corazón. Le ofrece ampliamente su perdón. Le ofrece adoptarla en el seno de su familia, y ayudarla con su gracia en su debilidad, y el amante Jesús la guiará paso a paso, con tal que usted ponga su mano en la de él y le permita que la guíe.

Busque las preciosas promesas de Dios. Si Satanás la asedia con sus amenazas, apártese de ellas y aférrese de las promesas. . . Quiera el Señor bendecir, en beneficio de su alma, estas pocas palabras que me ha inducido a escribirle.
 ( Carta 38 , del 24 de febrero de 1887)

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