Más, oh amados, no ignoréis esto:que para con el Señor un día es como
mil años, y mil años como un día. El Señor no retarda su promesa, según algunos
la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que
ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
2 Pedro 3:8,9
Al trabajar desde 1843 y 1844, he estado muy agradecida porque el Señor ha
permitido que dure el tiempo para realizar más fielmente la obra misionera que
se necesita para amonestar a nuestras ciudades. Nuestro sabio Padre celestial
hizo el sacrificio infinito de su Hijo unigénito. Lo dio a nuestro mundo para
que, mediante la misericordioso providencia realizada, el mundo pudiera aceptar
la Palabra -la Verdad bíblica- y prepararse para el gran acontecimiento de su
venida. Aquello que causó tanta aflicción a la iglesia creyente en su chasco por
el tiempo de su venida ha sido una razón de agradecimiento por la tardanza.
Ahora los ángeles de Dios preparan el camino para que la verdad alcance a las
gentes.
Hay miles de ciudades, en todas partes, que deben oír la advertencia. ¿Estamos despiertos? ¿Comprendemos que hay un mundo que debe ser amonestado? Ha que trabajar diligentemente en todas las ciudades. Debemos levantarnos y realizar una gran obra. Muchos más deben oír el último mensaje de amonestación dado a un mundo que perece...
Ahora alabo a Dios por su prolongada y misericordiosa paciencia. El mensaje ha sido llevado a muchos países. Es un mensaje mundial... Hemos tenido oportunidad de enviar la luz a muchos miles que se han gozado en la verdad y han sacrificado sus recursos y sus medios para construir los sanatorios y las iglesias en todas partes... Se han establecido escuelas y se abren nuevos campos... Los ángeles esperan a fin de preparar a hombres y mujeres convertidos para que hagan esta obra si quieren consagrar todo su corazón mente y alma al trabajo. No tenemos tiempo que perder.
Hay miles de ciudades, en todas partes, que deben oír la advertencia. ¿Estamos despiertos? ¿Comprendemos que hay un mundo que debe ser amonestado? Ha que trabajar diligentemente en todas las ciudades. Debemos levantarnos y realizar una gran obra. Muchos más deben oír el último mensaje de amonestación dado a un mundo que perece...
Ahora alabo a Dios por su prolongada y misericordiosa paciencia. El mensaje ha sido llevado a muchos países. Es un mensaje mundial... Hemos tenido oportunidad de enviar la luz a muchos miles que se han gozado en la verdad y han sacrificado sus recursos y sus medios para construir los sanatorios y las iglesias en todas partes... Se han establecido escuelas y se abren nuevos campos... Los ángeles esperan a fin de preparar a hombres y mujeres convertidos para que hagan esta obra si quieren consagrar todo su corazón mente y alma al trabajo. No tenemos tiempo que perder.
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