Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; derramad delante
de él vuestro corazón. (Salmos 62:8)
Un profundo sentido de nuestra necesidad y un gran deseo de recibir las cosas
que pedimos deben caracterizar nuestras oraciones, de lo contrario no serán
oídas. Pero no debemos cansarnos y dejar de pedir porque nuestras oraciones no
reciban una respuesta inmediata. "El reino de los cielos sufre violencia, y los
violentos lo arrebatan" (Mateo 11:12). Aquí se entiende por violencia un santo
fervor, como el que manifestó Jacob. No necesitamos procurar ponernos en un
estado de intensa excitación, sino que debemos presentar nuestras peticiones
calmada pero persistentemente delante del trono de la gracia. Nuestra obra
consiste en humillar nuestra alma delante de Dios, en confesar nuestros pecados
y en acercarnos con fe a Dios... El propósito de Dios es manifestarse a sí mismo
en su providencia y en su gracia. El objeto de nuestras oraciones debe ser la
gloria de Dios y no la glorificación de nosotros mismos...
Dios nos ha honrado mostrándonos cuánto nos valora. Fuimos comprados por la sangre preciosa del Hijo de Dios. Cuando su heredad siga conscientemente la palabra del Señor, su bendición descansará sobre ella como respuesta a sus oraciones. "Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento. Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo" (Joel 2:12,13).
El alma, mediante la oración secreta, debe abrirse a la inspección del ojo de Dios... Cuán preciosa es la oración secreta por medio de la que el alma entra en comunión con Dios. La oración secreta debe ser escuchada únicamente por el oído de Dios.
Dios nos ha honrado mostrándonos cuánto nos valora. Fuimos comprados por la sangre preciosa del Hijo de Dios. Cuando su heredad siga conscientemente la palabra del Señor, su bendición descansará sobre ella como respuesta a sus oraciones. "Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento. Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo" (Joel 2:12,13).
El alma, mediante la oración secreta, debe abrirse a la inspección del ojo de Dios... Cuán preciosa es la oración secreta por medio de la que el alma entra en comunión con Dios. La oración secreta debe ser escuchada únicamente por el oído de Dios.
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