BIENVENIDOS

"Yo amo a los que me aman, y me hallan los que temprano me buscan" PROVERBIOS 8:17

Es tiempo de que seamos más intensos en nuestra devoción.
E.G.W. "Recibiréis Poder" 22 de Octubre

25 de agosto de 2012

EL PECADO QUE DIOS NO PUEDE PERDONAR


Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será
 perdonado los hombres; mas la blasfemia contra el 
Espíritu  no les será perdonada. (Mateo 12:31)

"La sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado" (1 Juan 1:7). No importa cuán pecadora haya sido una persona, no importa cuál sea su posición, si se arrepiente y cree, y va a Cristo y confía en él como su Salvador personal, puede ser salvada hasta lo sumo...

Conozco el peligro de los que rehúsan andar en la luz que Dios les da. Atraen sobre sí la terrible crisis que significa quedar abandonados a sus propios caminos, a su propio juicio. La conciencia se torna cada vez menos impresionable. La voz de Dios parece más distante, y el que hace el mal es abandonado a su propia infatuación. Resiste tercamente cada invitación, desprecia todo consejo, y se aleja de cada provisión realizada para su salvación. El Espíritu de Dios ya no ejerce un poder restrictivo sobre él, y se promulga la sentencia:"Es dado a ídolos; déjalo" (Oseas 4:17). ¡Cuán oscura, cuán sucia, cuán obstinada es su independencia! Parecería como si la insensibilidad de la muerte estuviera en su corazón. Este es el proceso por el que pasa el alma que rechaza la obra del Espíritu Santo...

Nadie necesita considerar el pecado contra el Espíritu Santo como algo misterioso e indefinible. El pecado contra el Espíritu Santo es el pecado de un rechazo persistente a responder a la invitación a arrepentirse. Si rehusáis creer en Jesucristo como vuestro Salvador personal,... significa que amáis la atmósfera que rodeó al primer gran apóstata. Elegís esa atmósfera antes que la atmósfera que rodea al Padre y al Hijo, y Dios os permite elegir.

Arrepentíos de vuestros pecados, confesadlos a Dios, dejad toda iniquidad, y podréis apropiaros de todas sus promesas. "Mirad a mí, y sed salvos" (Isaías 45:22), es su misericordiosa invitación.

1 comentario:

  1. Cualquiera que sea el pecado, si el alma se arrepiente y cree, la culpa queda lavada en la sangre de Cristo; pero el que rechaza la obra
    del Espíritu Santo se coloca donde la fe y el arrepentimiento no pueden alcanzarle. Es por el Espíritu Santo como la obra de Dios trabaja en el corazón; cuando los hombres rechazan voluntariamente el Espíritu y declaran que es de Satanás, corta el conducto para el cual Dios puede comunicarse con ellos. Cuando rechazan finalmente el Espíritu, no hay nada más que Dios puede hacer con el alma. . .

    ResponderEliminar