BIENVENIDOS

"Yo amo a los que me aman, y me hallan los que temprano me buscan" PROVERBIOS 8:17

Es tiempo de que seamos más intensos en nuestra devoción.
E.G.W. "Recibiréis Poder" 22 de Octubre

14 de abril de 2012

JUSTIFICADOS POR LA FE


Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo
; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes,
y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. (Romanos 5:1,2).

   Cuando Dios perdona al pecador, le perdona el castigo que merece y lo trata como si no hubiera pecado, lo recibe dentro del favor divino y lo justifica por los méritos de la justicia de Cristo. El pecador solo puede ser justificado mediante la fe en la expiación efectuada por el amado Hijo de Dios, que se convirtió en un sacrificio por los pecados del mundo culpable. Puede ser liberado de la culpabilidad del pecado, de la condenación de la ley, del castigo de la transgresión  solo por virtud de los sufrimientos, muerte y resurrección de Cristo. La fe es la única condición por la cual se puede obtener la justificación, y la fe implica no solo creer, sino confiar....
    Se representa al pecador como a una oveja perdida, y una oveja perdida nunca vuelve  al aprisco a menos  que sea buscada y llevada de vuelta al redil por el pastor. Nadie puede arrepentirse por sí mismo y hacerse digno de la bendición de la justificación. Continuamente el Señor Jesús procura impresionar la mente del pecador y atraerlo para que contemple al Cordero de Dios que  quita los pecados del mundo. No podemos dar un paso  hacia la vida espiritual a menos que Jesús atraiga y fortalezca el alma, y nos guíe para experimentar el arrepentimiento del cual nadie necesita arrepentirse....
    La fe que es para salvación no es una fe casual, no es el mero consentimiento del intelecto; es la creencia arraigada en el corazón que acepta a Cristo como a un Salvador personal, segura de que Él puede salvar perpetuamente a todos los que acuden a Dios mediante Él. Creer que Él salvará a otros  pero que no te salvará a ti, no es fe genuina.Sin embargo, cuando el alma se aferra a Cristo como de la única esperanza de la salvación, entonces se manifiesta la fe genuina. Esa fe induce a su poseedor a colocar todos los afectos del alma en Cristo.