BIENVENIDOS

"Yo amo a los que me aman, y me hallan los que temprano me buscan" PROVERBIOS 8:17

Es tiempo de que seamos más intensos en nuestra devoción.
E.G.W. "Recibiréis Poder" 22 de Octubre

5 de junio de 2012

¿ESTÁS CRECIENDO TÚ?


Sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel
que es la cabeza, esto es, Cristo. (Efesios 4:15)

    
No es una verdadera evidencia de que tú seas cristiano el que tus emociones se conmuevan o tu espíritu se conmueva por la verdad, la pregunta es: ¿Estás creciendo en Cristo, tu cabeza viviente? ¿Se manifiesta en tu vida la gracia de Cristo? Dios da su gracia a los hombres para que ellos deseen más de su gracia. La gracia de Dios siempre obra en el corazón humano y cuando se la recibe, la evidencia de su recepción aparecerá en la vida y el carácter del que la recibe, pues se verá la vida espiritual que se desarrolla en lo interior. La gracia de Cristo en el corazón siempre promoverá la vida espiritual y se efectuará un avance espiritual. Todos necesitamos un Salvador personal o pereceremos en nuestros pecados. Desde lo íntimo del alma, hagámonos la pregunta: ¿Estamos creciendo en Cristo, nuestra cabeza viviente? ¿Estoy ganando un conocimiento mayor de Dios y de Jesucristo a quien él ha enviado? No vemos las plantas que crecen en el campo, y sin embargo estamos seguros de que crecen, y ¿no hemos de conocer en cuanto a nuestra fortaleza y crecimiento espirituales?

Cuando seamos verdaderamente cristianos, nuestro corazón estará lleno de mansedumbre, cortesía y bondad, porque Jesús ha perdonado nuestros pecados. Como niños obedientes recibiremos y apreciaremos los preceptos que nos ha dado y asistiremos a los ritos que ha instituido. Continuamente procuraremos obtener un conocimiento de Cristo. Su ejemplo será la regla de nuestra vida. Los que son discípulos de Cristo tomarán la obra donde él la dejó y la harán avanzar en su nombre. No imitarán las palabras, el espíritu ni las prácticas de nadie, sino de Cristo. Sus ojos estarán sobre el capitán de su salvación. Su voluntad es la ley de ellos. Y a medida que avancen, verán cada vez más claramente el rostro de Cristo, su carácter, su gloria.