BIENVENIDOS

"Yo amo a los que me aman, y me hallan los que temprano me buscan" PROVERBIOS 8:17

Es tiempo de que seamos más intensos en nuestra devoción.
E.G.W. "Recibiréis Poder" 22 de Octubre

8 de junio de 2012

SEÑALES DE LA VERDADERA SANTIFICACIÓN


Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. (1Tesalonosenses 5:23)

    La obra de la santificación comienza en el corazón y debemos relacionarnos de tal forma con Dios que Jesús pueda poner su molde divino sobre nosotros. Debemos vaciarnos del yo a fin de dar lugar para Jesús, pero son muchos los que tienen su corazón tan lleno de ídolos que no tienen lugar para el Redentor del mundo. El mundo mantiene en cautiverio el corazón de los hombres. Enfocan sus pensamientos y afectos en sus negocios, su posición, su familia, se aferran a sus opiniones y modos de proceder y los acarician como a ídolos en el alma... Debemos vaciarnos del yo. Pero no es esto todo lo que se requiere; pues cuando hayamos renunciado a nuestros ídolos, el vacío debe ser llenado... 

Cuando vaciáis el corazón del yo, debéis aceptar la justicia de Cristo. Aferraos a ella por fe... Si abrís la puerta del corazón, Jesús llenará el vacío mediante el don de su Espíritu, y entonces podréis ser predicadores vivientes en vuestro hogar, en la iglesia y en el mundo. Podréis difundir la luz, porque los brillantes rayos del Sol de Justicia brillan sobre vosotros. Vuestra vida humilde, vuestra conducta santa, vuestra rectitud e integridad dirán a todos los que os rodean que sois hijos de Dios, herederos del cielo, que no hacéis de este mundo el lugar de vuestra morada, sino que sois peregrinos y extranjeros aquí, que buscáis una patria mejor, la celestial...

A fin de mantener al mundo debidamente subordinado, es necesario tener una fe en Cristo que sea más que nominal o esporádica. Muchos podrán haber aceptado el hecho de que Jesús era el Hijo de Dios, y sin embargo no tienen una fe salvadora. Jesús debe ser el todo y en todo para el alma. Debéis creer en él como en vuestro Salvador personal y completo.